miércoles, febrero 17, 2010

¿Donde esta Dios?




Luego de una larga búsqueda de Dios, escribí algo donde narro mis conclusiones, aquí, el prólogo:

Prólogo

Originalmente, ¿Dónde está Dios? Algunos dicen que dentro de uno mismo, fue concebido como notas que iba tomando respecto a mi búsqueda de Dios. Estos apuntes han sufrido varias modificaciones, dos de ellas radicales, la primera fue cuando dejé de adecuar mis conclusiones para incluir a Dios en ellas, y la última cuando tomé varios textos de Eduardo del Rio (Rius) que me parecieron ad hoc a lo que necesitaba expresar luego de considerar compartir estas aserciones.

Mucho de lo que expone Rius lo había pensado, pero si alguien lo había escrito antes pues solo me restaba incluirlo; realmente no consideraba mencionar tanto a la Biblia, pues suponía que con solo desacreditarla bastaba. Sin embargo, luego de leer lo que el monero tenía que decir sobre el tema y llegar a la conclusión de que mucha gente le otorga importancia a lo que se dice ahí, opté por piratearme también las críticas que el famoso caricaturista hizo al Sagrado texto.

Desde niño me imaginaba y planeaba como un hombre seguro de sus convicciones e ideología; sumando esto a una adolescencia llena de turbulencias emocionales, me llevó a visitar casi todas las religiones buscando la verdadera fe y en cada vivencia siempre traté de entregarme al cien por ciento deseando encontrar a Dios y las respuestas a mi fe.

Después de vivir estas experiencias la conclusión inicial fue que el Creador o al menos una parte de él se encontraba dentro de nosotros, de ahí el nombre de este ensayo. Luego de enfrentarme con la realidad y de racionalizar concienzudamente y con calma llegué finalmente a darme cuenta que no hay ningún argumento para conceptuar que Dios existe.

Esta conclusión me costó trabajo asimilarla en lo profundo de mi conciencia pues representaba un final que no esperaba y bastante polémico. Me quedaba solo y sin nadie a quien recurrir para compartir mis alegrías y tristezas y para pedir y agradecer.

Pero no podía engañarme solo para comprar un poco de tranquilidad, regocijo o felicidad etérea: se trataba en primer lugar de ser congruente y luego con esa congruencia alcanzar una tranquilidad, regocijo y felicidad sólidos, reales y permanentes.

Afortunadamente lo logré, bueno, con la salvedad de que descubrí que la felicidad no existe, si no la alegría mesurada, mezclada de crestas de felicidad con algunos pocos valles de tristeza y preocupación.

En un principio llegué a pensar que mis reflexiones pudieron estar sesgadas debido a la crisis emocional que como todo adolescente sufrí, pero luego de años de informarme sobre el tema, de reflexiones “en frio” y de nuevas experiencias y aprendizaje llegué al desenlace de que había que cambiar la postura ante la ola de pruebas de la no existencia de Dios y no solamente tratar de adaptar lo que veía y leía para continuar creyendo en Dios a pesar de todo.

Luego estaba el hecho de llevar a los actos mis conclusiones, la gente que quiero debía saber cómo pienso; luego de acompañarme a mi bautismo en los mormones o de asistir a un Retiro espiritual que ayudé a coordinar, era mí deber informar que ahora era ateo.

Fue un poco difícil al principio comentarlo, “tu sí crees en Dios”, “solo estas confundido”, “¿no que andabas en el seminario?”, me decían. Para ellos era también difícil asimilarlo.

El tiempo pasó y aprendí no solo a aceptarme como ateo si no a vivir como tal, me descubrí siendo tolerante con todas las religiones puesto que las conocía y a ser tolerante con las creencias de mis demás hermanos humanos. A respetar su manera de pensar y de vivir conforme a lo que ellos pensaban correcto o bueno y a ver con gusto sus manifestaciones de fe. Gracias a esto, mi “rango de tolerancia” se abrió también en muchos otros puntos que no imaginaba, que me hacen amar más a la humanidad antes que cuestionarla o juzgarla, a “estar en paz conmigo y los demás”, como se dice comúnmente.

Aprendí también a relacionarme con miembros de todas las religiones y a no oponerme a seguir sus prácticas cuando una ocasión social lo ameritaba, puesto que para mí no significan más que una simple forma de afirmación humana que, al realizarla, ponía de manifiesto mi respeto hacia los demás.

Cuando por fin me decidí a compartir lo escrito con la gente de mí estima, me di cuenta que el contenido era aburrido (lo sigue siendo) y que era un auténtico bombardeo terrorista a una de las creencias más arraigadas y sagradas en la gente: la existencia de Dios. Es por eso que traté -con poco éxito supongo- de aderezar lo que digo con algunos chistes y comentarios chuscos, esperando aligerar de alguna manera la carga que representa para el lector soportar una afrenta a sus ideas y un texto que se antoja poco interesante.

El texto no está acabado, una de las razones por las que comparto estas letras es porque me gustaría que quien haga favor de leer el escrito aporte sus críticas y observaciones, por eso cada hoja tiene un espacio para observaciones, nada está dicho completamente y siempre es bueno construir, reconstruir y destruir cualquier concepto que se manifieste. Cualquier opinión es bienvenida en la dirección de correo guillermo123@gmail.com. La idea final es que esto sea un compendio de las aportaciones de varias personas sobre el tema.

Hay que agregar y subrayar el hecho de que no es un documento filosófico ni profesional, son simples resoluciones elementales de una persona común y corriente, por eso no hay mención de ningún filosofo o corriente filosófica o de pensamiento, ¡es que realmente las desconozco!, aquí solo están escritos el desenlace de mis pensamientos sobre mis andanzas.

Ojalá que lo opinado no sea tomado como un agravio sino más bien como una manifestación de ideas.

Gracias a por el favor de su lectura.

Aqui esta el archivo para descargar:
http://cid-2a965f9fea0bdf5e.skydrive.live.com/self.aspx/P%c3%bablico/D%c3%b3nde%20esta%20Dios.doc

Pilón: Este video donde un ateo conoce a Dios:



martes, febrero 16, 2010

El calendario escolar 2009


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